Unas de la joyas del Heavy Metal es el Diary of a Madman, el segundo disco de Ozzy lanzado en 1981, y último álbum con Randy Rhoads, uno de mis guitarristas preferidos de todos los tiempos, ese pelao era un prodigio, su manera de tocar guitarra era única, una mezcla de guitarra clásica con Heavy Metal, donde cada nota estaba muy bien pensada y puesta en cada canción, lastima que murió tan joven.

Este disco tiene 2 de mis canciones preferidas de Ozzy, Over the Mountain, que la verdad fue la mejor decisión de ponerla de 1era del lado A, y como cierre del album, Diary of a Madman, una canción con tantos variantes de tiempos, los arreglos super geniales, toda una epopeya del Heavy Metal, perfecto como cierre del disco.

Difícilmente salen discos como estos, magia pura.